domingo, 31 de mayo de 2009

Reflejando tu propia luz...


¿Quién de nosotros no quisiera dejar marcado su nombre en algún lugar importante?

¿Quién de nosotras no tiene la ilusión de que nuestra persona sea reconocida por algún logro muy importante?

Todas las personas en alguna medida tienen la necesidad de sentirse importante, de ser valoradas y estimadas.

Muchas veces he sentido esa necesidad y otras tantas no han sido consecuentes conmigo.

Entonces al mirarme en aquel espejo la imagen que me devolvía era opaca y sin forma aparente... ¿Cómo abrir los ojos en esos momentos y mirar al espejo de mi alma? Tengo que reconocer que sola nunca he podido hacerlo, pero tengo junto a mí a la única persona que sabe tratar con las necesidades del alma...

Ya lo dicen los escritores antiguos: Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?.. De día mandará Jehová su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo...

Mi luz nunca tendrá brillo sino es por el reflejo de la luz del Creador. Allí está la fuente eterna de luz, la que puede reflejarme y proyectarme en mis seres queridos para llevar aliento, cuidado, cariño, y sobre todo su calor y ternura...Pues eso recibo de El cuando su luz me ilumina...

2 comentarios:

Lisi dijo...

¡Bienvenida a la blogoesfera, Gabriela! Estaré siguiéndote. Cuánto me alegra ver que te has lanzado. Un beso.

Keila dijo...

¡Bienvenida, Gaby! Este será el inicio de una linda aventura. Un abrazo.