
No pido sólo por ellos, sino también por los que creerán en mí cuando escuchen su mensaje. Te pido que se mantengan unidos entre ellos, y que así como tú y yo estamos unidos, también ellos se mantengan unidos a nosotros. Así la gente de este mundo creerá que tú me enviaste.
San Juan 17:20-21 Lenguaje Actual
Grupos de pares, redes de contención, a nosotras nos gusta llamarlo discipulado.
Somos cinco mujeres de edades y profesiones diversas que nos juntamos al menos una vez al mes para compartir experiencias de Vida, entre otras cosas.
Nuestro grupo surge como una necesidad las mujeres de compartir, de hablar, de disentir, de contenerse; pero por sobre todo de sostenernos unas a otras.
No hablamos de cualquier tema, hablamos de las cosas que nos pasan con nuestro trabajo, nuestro hogar, con los hijos, con nuestro esposo, amistades y hasta familia extendida. No creas que es más de lo mismo. No hablamos solo para hacer catarsis, sino más bien para alentarnos, para sostenernos en oración, para saber que allí alrededor hay cuatro mujeres que sienten lo mismo pero que hacen algo distinto: animan, fortalecen, aman, abrazan y hasta lloran con la otra.
A veces son las frustraciones las que atraviesan todo un encuentro, pero no volvemos como llegamos, sino todo lo contrario, volvemos con el deseo y la esperanza de que hay un camino posible ante las pruebas.
Para mi ha llegado a ser un grupo especial, aunque no tenemos una relación de amistad profunda, si de un cariño especial.
¿Porque nos gusta llamarlo discipulado?
• Porque somos discípulas, hijas de Dios y seguidoras del gran Maestro Jesús. De él tomamos este método de reunirnos en grupos pequeños para aprender.
• Porque además de hablar nosotras, dejamos que sea la Palabra de Dios la que nos guíe y muestre el camino.
• Porque leemos y socializamos lo que leemos para comprender mejor.
• Porque no estamos solas, formamos parte de una iglesia en donde hay otros grupos de mujeres que hacen lo mismo.
• Porque como una hija que ama a su padre, nosotras amamos a nuestro Padre Dios y deseamos llevar fruto para que Él sea alabado.
¿Te gustaría formar parte de estos grupos de discipulado?
Levanta tu vista, mira a tu alrededor, seguro hay un grupo de mujeres con quienes puedas interactuar. Ora a Dios en este sentido y comienza a pensar en ello. Es todo un desafío, pero hay bendición en ello. Te lo aseguro.
1 comentario:
Aca iba mi comentario :(
Me gusta!! Gracias por compartirlo.
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