Vuelta a clase después de la gripe A.

Apenas unos días y ya estaremos como al principio del ciclo escolar.

Colectivos repletos de niños y padres, adolescentes contando todo lo que no hicieron durante estos dos meses sin clases.
Autos, motos, transportes escolares, bicicletas y el resto de a pie, apurados en llegar a tiempo al lugar que tuvimos abruptamente que dejar: la escuela.

La escuela, tan criticada en muchas ocasiones y tan anhelada por estos días (al menos para muchísimos padres que vieron como de pronto su casa se lleno de sus propios hijos durante días y noches enteras).

¿Qué nos deparará la escuela en esta etapa? ¿Qué nos depararan los niños en estos días? ¿Cómo será el encuentro con ellos y sus familias?

Como es por todos conocido una partida sin anuncio es difícil de sobrellevar hasta para la persona mejor ubicada, y eso es lo que nos ha pasado a maestros, alumnos y familias enteras. No pudimos despedirnos como al final del ciclo lectivo, no pudimos hacer las recomendaciones del caso (como cuídate mucho, juga, hace la tarea, extrañame y todas esas palabras cargadas de cariño que nos gusta decir y sentir a las maestras).

Por ello particularmente espero con ganas el comienzo de clases, espero ver a mis chiquis un poquito mas grandes, llenos de salud y que al menos hayan hecho un poquito de tarea y que tengan deseos de no faltar a clase.

Mientras llegar el primer día de clase, después la gripe A, soy una maestra en espera. Espero a mis alumnos para...

• jugar en los recreos mientras el sol nos entibia un poquito.
  
• compartir las meriendas calentitas con caramelos y chupetines.
• contar cuentos y viajar por lugares mágicos.
• sumar, restar, multiplicar y dividir, de eso nunca nos olvidamos las maestras.
• recibir cartitas y dibujos todos los días.
• leer enciclopedias y observar cientos de láminas.
• conversar sobre la amistad, la solidaridad, la cooperación y también sobre el amor.
• finalizar juntos este raro año escolar.

¿Vos, para qué esperas este primer día clases después de la gripe A?