
Las palabras tienen un poder maravilloso. A veces sanan y otras veces pueden causar heridas.
Las palabras del Libro Sagrado llamado La Biblia siempre sanan, animan, alientan, vivifican, hacen que nuestros días sean luminosos.
Hoy mi lectura me llevo hasta las palabras que siguen:
"...Porque los ojos del Señor, recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es complemente suyo"...
Trate de imaginar la mirada del Señor, una mirada amorosa, que llama y que no aleja.
Su mirada está atenta a todo y a todos, tanto que recorre toda la tierra.
Nada se escapa de su vista, tanto que fortalece, es decir da fuerzas a aquellos cuyo corazón es de El.
Entonces le dije a Dios:
Mi amado Padre: tus ojos que recorren toda la tierra y también el universo, están sobre mí para darme fortaleza. Por ello mi corazón el completamente tuyo...
Tengo la plena confianza de que Dios cuida de mí porque mi corazón es totalmente suyo.
Vos sabes quién cuida ti...
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