jueves, 5 de noviembre de 2009

¿Cuesta arriba?


Parece mentira. Estamos a punto de concluir un año más.

Comenzamos el anteúltimo mes del año pero muchas personas ya están haciendo planes y balances anticipados. Fiestas, graduaciones, festivales, exámenes y demás, están haciendo su rápida entrada en nuestras atestadas agendas de actividades.

Todo se complica un poco más si en lugar de contar con un hijo tenemos dos y también tres y más todavía si en además de un trabajo tenemos dos...

¿Con un estilo de vida así el lógico pensar que los días parezcan mas cortos, verdad?

Lejos de no prestar importancia al ritmo de vida que todos llevamos y de estar como muchos con un lista larga de cosas por hacer, me propongo más que nunca volver a los escritos antiguos que hoy me traen serenidad y enfocan los días por venir:

Señor: “Haznos entender que la vida es corta, para así vivirla con sabiduría”.

Se que es un ejercicio difícil pero si queremos lograr paz en los meses más agitados del año, no conozco otra forma que mirar a Dios y decirle estas palabras en oración:

“Señor hazme entender que la vida es corta, para así vivirla con sabiduría”.

“Que pueda tener el valor de elegir solo aquello que pueda cumplir y no quite la paz de mi corazón”.

“Que en cada actividad en la que tenga que estar sea porque con todo el corazón quiero agradar a mis seres queridos y no para cumplir nada más”.

“Ayúdame a culminar mis responsabilidades con alegría”.

“Porque muchas veces soy débil voy a ti por nuevas fuerzas y conociendo que tu amor por mí nunca se acaba y tu compasión nunca se agotan”.

“Porque cada mañana se renuevan tus bondades hacía mí y muy grande es tu fidelidad es que te pido tu ayuda Señor”.

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