Nos vamos despidiendo y... saludando.

A todas mis hermanas y amigas:

Casi, casi se nos está acabando el año y quiero expresarles mi afecto sincero y mi cariño.

Unos proverbios antiguos registran estas palabras:

“Con un buen perfume se alegra el corazón; pero con la dulzura de la amistad se vuelve a la vida”...

A mis amigas del alma...
A mis amigas de la infancia...
A mis amigas de hoy...
A mis amigas en la distancia...

Todas ustedes con su amistad me vuelven a la vida cada día.

Miles de rayitos de sol a todas mis amigas...
Bendiciones del Cielo para todas ustedes...
Gracias Padre por mis amigas...
¡Que el año 2010 nos encuentre llenas de vida y con alegría en nuestro corazón!

A todos y a todas que lean hoy, compártanlo con sus amistades, seguro alegraran el corazón de ellos.