Cuarto mes...

Es abril.
Con ganas espero el otoño que aun no quiere venir.

Es abril.
Los meses del año transcurren y lo hacen rápidamente.

Es abril y me pregunto:
¿Qué anhelos aún siguen en pie como en las primeras semanas del año?

Es abril.
Mi vista está puesta en Dios. Mi anhelo es mirarlo a Él y cumplir sus propósitos para mí.

Es abril.
Y hago una parada en mi camino al cielo. Tomo aire. Reviso mi equipaje. Ayudo a mis acompañantes. Les expreso que los quiero junto a mí…

Es abril.
Y esta parada me lleno de satisfacción y combustible para seguir el viaje de cumplir mis sueños. Sueños que son de bien y no mal.

Es abril.
Y recuerdo las palabras de los escritos antiguos:
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría…

Es abril.
Y ahora tengo un nuevo desafío. Las palabras de los escritos antiguos me recuerdan que hay un modo de contar nuestros días.

Es abril.
No lo voy a dejar pasar. Voy a intentar descubrir el modo mejor de contar y vivir mis días que son lo que Dios ha formado para mí…

Es abril.
Con ganas espero el otoño que aun no quiere venir.