Formando niños que amen a Dios

3º ¡De la boca de los niños... escucharás el Si!

Compartiendo las verdades del amor de Dios con los niños en edad escolar.


Tal vez estés pensando que ya ha pasado bastante tiempo desde que tus hijos eran preescolares.

Ahora ya con nueve o diez años, el mundo de los adultos les llama preadolescentes a las que todavía juegan muñecas y a los que se fascinan con los autos y la pelota de futbol. ¡Parecen tan grandes! ¡Y en verdad lo son! Para algunas cosas, como siempre decimos las madres, y no para otras como siempre dicen ellos....

Es por ello que compartirles la maravillosa verdad de que Jesús quiere y puede ser su Salvador y Señor es fundamental para los años venideros. (Recordemos que pronto entrarán en la etapa de la adolescencia donde será primordial que las verdades de Dios estén instaladas en sus vidas a fin de hacer frente a los cambios que tendrán en su persona en forma integral).

Considero que como padres y si hemos tenido la oportunidad de conocer a Cristo como Salvador siendo niños es una buena oportunidad y mejor ejemplo para hablar con ellos desde nuestra experiencia.

Un momento después de la cena o luego de la merienda, es ideal para contar anécdotas sobre nosotros y nuestra niñez. Entre esos recuerdos está relatar como recibimos a Jesús en nuestro corazón, y preguntarles a ellos mismo si quisieran hacerlo ahora. Aquí no seguiremos un plan determinado en cuanto a que decirles porque la experiencia de cada uno en aquel momento fue diferente. Pero si es fundamental que desde ya comencemos a orar para que Dios prepare los corazones de nuestros hijos y encontrar como familia el momento justo para hacerlo.

Otra oportunidad durante estos años es relacionar situaciones de su propia vida o de su entorno con el hecho de que nada pasa sin que Dios lo permita y el hecho de que Dios quiere actuar en la vida de nuestros hijos como lo hace en la nuestra. Es así como situaciones de enojos reiterados y discusiones con sus hermanos o compañeros de la escuela pueden ser la conexión entre como está su corazón y como Dios desea ayudarlo. Sin duda a esta edad todo niño sabe que a Dios no le agrada que hagan cosas malas, pero tal vez no sepan que esas cosas malas ofenden a Dios y que se llaman pecado. Con claridad explicarle a nuestro hijo que Dios lo ama, desea ayudarlo y tener amistad con el.

¿Cómo hacerlo? Teniendo en cuenta estas verdades tienen que ver con principios básicos de la fe cristiana.

• el amor de Dios manifestado en su naturaleza, cuidado y provisión para con nosotros. Su amor no tiene principio ni fin, es eterno y es para todos (Jeremías 31:3).
• el pecado que ofende a Dios y nos separa de El. Todos hemos pecado (Romanos 3:23)
• la muerte de Jesús en la cruz por nuestros pecados, Dios lo permitió porque nos ama (Romanos 5:8)
• el creer que Jesús es el Hijos de Dios y recibirle en nuestro corazón (Juan 3:16)
• por último la seguridad de que soy salvo y de que nada ni nadie podrá separarme de su amor. Ahora con Jesús en su corazón es una nueva persona. (2º Corintios 5:17).
  
  Los chicos en esta edad quieren comprobarlo todo es por ello que necesitarás La Biblia para afirmar cada verdad expresada. Muéstrale lo que dice la Biblia y ora con fe para que tu hijo tenga la experiencia de recibir a Cristo en su corazón y ser una nueva criatura.
  
  Nunca es demasiado temprano, ni nunca es demasiado tarde. Hoy puede el día en que empieces a formar discípulos de puertas adentro. Hoy puede ser el día en que escuches decir a tu hijo: Si! Quiero que Jesús sea mi salvador. Amen.