viernes, 25 de octubre de 2013

Hoy cumplo años...



Jesús le contestó:
“En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.”
Nicodemo Le dijo: “¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?”
 Jesús respondió: “En verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te asombres de que te haya dicho: ‘Tienen que nacer de nuevo.
San Juan 3:3-7

Hoy cumplo años...

Ni uno, ni quince, ni treinta, ni cuarenta. Porque el cumplir esos años ameritan en esta época hermosas fiestas en compañía de familias y amigos, ya que marcan momentos muy especiales en la vida de una mujer.

Tengo cuarenta y cuatro. Pero hoy cumplo veintiocho años. ¿Cómo es posible? ¿Acaso morí y volví a nacer? ¿Acaso tuve una nueva oportunidad?

¡Sí ! Eso fue posible. Volví a nacer. Tuve una nueva oportunidad.

Un día de octubre, veintiocho años atrás y luego de mucho tiempo de espera, mi Padre escuchó el nombre de su nueva hija: ¡Gabriela, nació! Y hubo tanta alegría en Su Casa, tanto como la hubo en la mía, cada vez que llegaba una nueva hija o un nuevo hijo …

Un día de octubre, veintiocho años atrás, las palabras más hermosas que una persona puede escuchar resonaron con fuerza en mis oídos y en mi corazón: "Tu Padre te ama tanto y te está esperando con sus brazos llenos de amor"

Un día de octubre, veintiocho años atrás  escuché la historia real del amor de Dios hacia la humanidad. Las palabras: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su único hijo a Jesús para que todo aquel que en él crea no se pierda, sino tenga vida eterna", irrumpieron en mi vida y la cambiaron para siempre.

Ese día de octubre, 25 de octubre de 1985, era sábado y en la noche, nací por segunda vez. Ese nacimiento fue a una vida de fe en Dios que me creó y en Jesús quién me dio la Salvación.

Mi vida, como todas tiene un pasado que no pude cambiar, tiene un presente que anhelo cada día sea mejor que el anterior y tiene un futuro lleno de esperanza.

Aquel día en que volví a nacer, mi pasado no cambió, mi presente cambia día en día, pero lo que cambió para siempre fue mi eternidad.


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