
Hoy fue un día raro, ¿verdad?
Primero el sol radiante que inundó de calor la mañana incipiente...
Luego, las nubes comenzaron a cubrir el cielo y el viento comenzó a mover los árboles y las flores...
Más tarde, la lluvia.
Con las primeras gotas que cayeron dije:
“Gracias Señor”, porque esa lluvia refrescará nuestro día...
“Gracias Señor”, porque me recuerdas que Tú, “nos has dado las lluvias en el momento oportuno”...
“Gracias Señor” porque está lluvia riega los jardines, los bosques, la selva y llena nuestros ríos y mares...
Pero también oré:
“Señor aunque esta lluvia nos bendice a nosotros, cuida de quienes ya han recibido agua de lluvia en abundancia”...
“Señor cuida el corazón y las pertenencias de todas la personas cuyas casas han sido desbordadas”...
“Señor, mira por las personas cuyos campos que están siendo anegados”...
Padre, que esta lluvia que a nosotros hoy nos bendice no aflija el corazón de otros.
Padre, lleva paz al corazón de quien mira llover y dice: ¿“Hasta cuando Señor”?...
...Porque los ojos del Señor, recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es complemente suyo"...
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