domingo, 31 de octubre de 2010

Sueños…



“Seremos como los que sueñan”… (Salmos 126:1b)

Cadena de palabras. Asociación de ideas. Palabras ya escritas.

Ahora recordadas. Otras vez leídas. Búsqueda que no termina…

Todo esto me produjo encontrar esta perla en los escritos antiguos: Seremos como los que sueñan…

Lo primero que pensé fue:
¿Será que en algún momento no tuvimos sueños?
¿Será que en algún momento no tenemos sueños?
¿Será que alguna vez no tuve sueños?...

Lo cierto es que tales palabras movilizaron todos mis pensamientos en la búsqueda de aquellos sueños que alguna vez tuve y que ahora parecen lejanos, en tiempo pero también en espacio.

Algunas vez soñé con conocer lugares, ciudades de mi país, ciudades en otros países, parques, playas, montañas. Pero también soñé con conocer mi casa terminada, mi lugar de trabajo, la escuela de mis hijos, los parques en que los que jugaríamos juntos, nuestra morada en los cielos…

Algunas vez soñé con conocer otros tiempos… cuando termine mi carrera, cuando tenga mi primer trabajo, cuando me convirtiera en madre, cuando mis hijos sean pequeñitos, cuando estén creciendo, cuando terminen sus estudios, cuando lleguen a su primer trabajo, cuando se casen, cuando fuera mas adulta, cuando terminara mi primer libro, cuando llegue al cielo, cuando fui pensada por Dios en los cielos…

Hermosos sueños, ¿verdad?
Comunes a todos. Pero no por eso menos importante.

Los sueños nos acompañan durante las noches para que recordemos el camino durante el día. Y con esa compañía transcurren las estaciones, y durante ellas los sueños se van realizando.

Los escritos antiguos siguen diciendo que:
“De los labios brotaran risas y cánticos alegres.
Hasta decían las demás naciones:
Realmente es maravilloso lo que Dios ha hecho por ellos
¡Lo que Dios hizo por nosotros fue realmente maravilloso, y nos llenó de alegría!
Las lágrimas que derramamos cuando sembramos la semilla se volverán cantos de alegría cuando cosechemos…”

Cuando pienso en cuantos sueños Dios ha hecho realidad, hago mía las palabras de los escritos antiguos y sonrío y canto y me lleno de felicidad y expreso: Lo que Dios hizo por mí es realmente maravilloso.

¿Cómo va tu asociación de ideas? ¿Cuáles son los sueños que te acompañan durante las noches? ¿Recorren juntos el camino durante el día?

2 comentarios:

Lisi dijo...

Hermosa reflexión... No dejo de soñar, pero últimamente me centro más en el presente, para no perder lo que tengo delante. Trato de vivir con los ojos abiertos y preguntarle a Dios qué sueños tienen su raíz en él y cuáles no...

Isa dijo...

¡Qué bueno que has mandado las nuevas direcciones, Gaby. Tendré que hacer todos los cambios debidos, así que por favor, tenme paciencia, pero sigo a la distancia contigo. Preciosa reflexión.
Besitos.