domingo, 29 de noviembre de 2015

Y llamó su nombre... Jehová Jireh

Hace algunos años atrás conocí mediante la web la página: Ama a Dios grandemente  www.amaadiosgrandemente.com. En esa espacio las mujeres tenemos la oportunidad de encontrarnos con unas otras siendo de  diferentes partes del mundo, para  estudiar juntas  La Palabra de Dios. Proveen estudios bíblicos temáticos, los cuales uno puede seguir en forma personal o en grupo. Yo particularmente lo hago en forma personal, pero no descarto hacerlo en algún momento en grupo. El estudio que estoy siguiendo en estos meses se llama: LOS NOMBRES DE DIOS. Aquí voy a compartir mis pensamientos y lo que Dios me está enseñando  caminando junto a ellas. Hoy:

LOS NOMBRES DE DIOS

Jehová Jireh: que quiere decir el Señor proveerá…



     Relatan los escritos antiguos que el patriarca Abraham debía pasar por una prueba  de fe que  Dios le había dado.  Tal prueba  era entregar a su hijo en sacrificio. Abraham conociendo a Dios y quién era que se lo pedía emprendió el viaje al monte junto a su hijo Isaac. Allí en medio de muchas preguntas, pero confiando en quién es Dios, Abrahán preparó a su hijo para el sacrificio. El relato sigue contando que  por más de tres días padre e hijo estuvieron juntos, buscando leña para el fuego, preparando todo lo necesario para adorar por medio del sacrificio, ambos sabiendo que era lo que Abrahán debía hacer, esperando el momento en que Dios dijera es hora de realizar el holocausto. En medio de eso, una pregunta tuvo Isaac para su padre: ¿Dónde está el cordero para el holocausto? A lo que Abraham respondió: “Dios proveerá”… (1)

Esta es una historia tan conmovedora como increíble.

Conmovedora por el amor y la confianza que el patriarca Abraham tiene por Dios.

Conmovedora porque Abraham no ofreció resistencia a Dios preguntando por qué Señor, por qué mi hijo Señor, ese hijo que tanto espere.

 Conmovedora por el conocimiento que Isaac tiene de su padre, que sabe que nada malo le hará a su hijo amado, a su hijo de la promesa.

Increíble porque con nuestra mente no podemos comprender ni creer que Abraham fuera hacer tamaño sacrifico de ofrecer a su hijo en holocausto solo porque Dios así lo pidiera… 

Lo cierto es que lo increíble ocurrió. No, no. Abraham no tuvo que sacrificar a Isaac en el altar, porque justo en ese momento Dios le provee  el cordero para tal sacrificio…

Cuantas enseñanzas encontramos en este relato. Pensar que en ocasiones Dios nos pide todo lo que tenemos en nuestro ser, a nuestro alrededor, sean estos bienes materiales, intelectuales  y hasta espirituales, solo para darnos algo mejor. Dios siempre provee y provee lo que es mejor para nosotros.

Hay otra enseñanza que este relato antiguo me dejó y fue  pensar en el camino a la montaña donde debía hacerse el sacrificio. Las muchísimas preguntas silenciosas que Abraham le haría a Dios, las miradas amorosas a su hijo Isaac, las promesas que Dios mismo le había hecho muchos atrás. ¿Dónde había quedado todo aquello? Sin embargo Abraham seguía su camino a la montaña…

Y  fue allí en la montaña, donde Dios finalmente proveyó para el sacrificio.
Abraham llevaba “su ofrenda” para ofrecer en sacrificio. Pero la provisión fue mejor.

La provisión de Él es mejor. Esa provisión satisface el alma…

Miles de años después, una persona que estuvo con Jesús, el apóstol Pedro llegó a escribir de JESÚS mismo:

“Con su poder divino, JESÚS nos da todo lo que necesitamos para dedicar nuestra vida a Dios. Todo lo tenemos porque lo conocemos a él, quién nos llamó por su gloria y excelencia”. 2 Pedro 1:3 (PDT)

Abraham confió en Dios y dijo: Dios proveerá…
Pedro aseguró que Jesús nos da todo lo que necesitamos (provee) para dedicar nuestra vida a Dios. Y además de todo eso, nos asegura que todo lo tenemos porque lo conocemos a él… a Jesús.

No se cuál es tu necesidad, ni qué es lo que necesitas que Dios te provea. Si esa es una necesidad material, espiritual o de otro tipo. Dios promete darnos esa provisión, la única condición es que lo conozcamos a él. ¿Conoces a Dios? ¿Conoces a Dios como proveedor? ¿Conoces a Dios como Salvador?


(1) Puedes leer esa historia en La Biblia – Libro de Génesis, capítulo 22)





No hay comentarios: